Sepultada de ceniza espero tu llamada para una mejor vida en la tierra de los muertos. Si no me conocés inventame, espero con verdadera gula ese momento en que empiezo a caminar en las mentes. Sobre todo si acaso tu invención sobrepasa los cánones más comunes de una narración, si estallo en el firmamento, tan cerca del olimpo. Haceme historia, haceme gigante y prometo que no nos separaremos jamás; nuestros nombres por siempre viajarán juntos. Quién sabe si dentro de unos trescientos años soy mucho más de lo que soy ahora, llevando mil novecientos treinta años de mi muerte, tan simple. Dame una historia, dame la gloria, por favor y te entrego el nombre de mi alma... A muchos les funcionó...
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