En mis canciones
siempre tengo árboles
repetidos
ya sinrazón se espejan
por todo lugar.
¿A qué vienen ellos?
¿Y a qué viene el mar?
El mar
harto prendido a mis tobillos
llenos de sal y de orillas
siempre
sobrevuela
cuando intento una canción.
¿Será esa chatura de palabras
que me tiene amarrado al viejo muelle
desde donde, años ha, no puedo salir?
Buscando la alquimia del verbo
es que intento de una vez
arrancarme estos ojos vacíos
que esperan
ver la melodía otra vez...
miércoles, 7 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario