y el no fue de llanto
y el no creó los escudos
y el no fue de una boca al aire
y del aire a otra boca
Había despertado en el ardor
ardían los ojos por la fuerza del día y
el peso del sueño;
ardía y ansiaba ese pájaro en mi ventana.
y el no fue de llanto
y el no creó los escudos
y el no fue de una boca al aire
y del aire a otra boca
miércoles, 14 de julio de 2010
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