Y el último se va
como un soplo
en decadencia de anocheceres
como un halo
de ruindad
de ventisca gris
de los que ya no esperan
sino las turbias idas y vueltas
desde
el equinoccio del cinismo.
Adiós ardor de esta sangre
bienvenidas las sábanas
que cobijan
the end of nights
we
tried
y eso
de adiós hasta mañana
del eterno retorno...
miércoles, 7 de julio de 2010
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