Casi el mismo aire
de dormido y despierto
de silencioso y vibrante
de frío y tibio.
Mientras cruzo los arcos de la ventana
para entrar en la decadencia del color
me doy cuenta
del casi mismo aire
de ese descolor.
Mientras me entumezco de tabaco y hojas
hojas vacías hojas blancas
me doy cuenta
del casi mismo aire
del silencio y el dessilencio.
Cuando me levanto y siento el movimiento
de los seres y los astros
me doy cuenta
que hay un casi mismo aire
entre este cuerpo y ese otro.
miércoles, 7 de julio de 2010
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