lunes, 20 de febrero de 2012

Día (luz rara)

La lluvia secreta de las cosas
y la lluvia clara de la mañana;

la cálida ausencia en todo lo demás
por este quedarse
y las cosas pasan

y este quedarse;

el tiempo de la música de ausencia
el mundo quieto
y los rumores de vida breve,
en cada respiración que es el tiempo
que perdemos, que olvidamos,
que dejamos ahí
en este quedarse.

La luz rara
de esos días
de soledad dulce;
los grises perlados,
el agua metálica en la boca
y todos los exiliados

no es el lugar de nadie
y al dormir habrá olvido.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Dinastías

Las flores en los años
en los silencios solares
en los vientos que las aves agitan

detrás la casa,
el castillo,
la montaña
y al frente las flores
en cada renacer de los años
de los hombres
que han pasado el crudo invierno
y ahora, solo este día
abre las ventanas
que pronto el olvido
hará otro invierno
y el sol
quemará el hogar
con una cicatriz más en el rostro.

lunes, 13 de febrero de 2012

Aéreas

I
Lo aéreo tan cerca
y veloz, al otro extremo

desenlazado de las hojas
al destiempo más sutil en el tiempo

el deshielo, la fugacidad

mis dioses de piedra
anclados al río

(la espesura del día
lo inabarcable de la noche)

ya no soy viento,
no hay más nombres en mi santuario
destruido por la paciencia,
la más insana paciencia
de juntar arena

y hay tanta por juntar.

II
Uno olvida a sus dioses
en tierras extrañas
sumergidos a la noche,
el invierno desconocido
lejos de las formas quizá amadas
quizá formas en la noche

uno y los dioses
se separan
por la simetría de los astros
el cielo en diagonal a nuestras manos
tan pobres
y necesitada de los viejos vientos.

O no
y abrazar la salvación
un alba,
con los olvidos
y las carnes despiertas.

III
Espero
con el rayo en la mano,
espero,
con la arena perdida por toda la casa
atravesado por el sol
que una mañana
vino así, tan simple;

tengo el rayo en la mano,
desarmándose
y las hojas odiando la electricidad
que vibra en todos sus puntos
haciendo a la nada
al perder toda la sangre blanca
que aún quedaba
de tierra
y cielo.

Espero,
sin esperar,
espero,
dejándome caer

por las palabras
que borro de mi viento.

jueves, 9 de febrero de 2012

Incongruencias

I
Ser incandescente cuando puede,
arrebatar los silencios a las cosas

un largo cielo
para recostarse
cuando el cuerpo se desmaya
en la incomodidad,
deseando otro lugar

y todo ya

si tuviera las dagas llenas de sangre
si llamara a las piedras de puro grito

él

asiente con la furia debatiéndose las entrañas
agitándose todo el interior al borde de las llamas
el apuro
todo lo que quiere hoy
todos los años hoy
así de golpe
así de lluvioso y tanto barro
para enlazarse al delirio
lo más rápido posible.

II
La risa a todo
desde mis campos llenos de nubarrones
con el barro en todo mi cuerpo
la risa
de haber pasado frío, de haber sido hambre,
los campos incongruentes

-Estuviste ahí?
-Y muchas veces

dejándome la suciedad sobre la mente
habitáculo solar
descanso lunar
silencio de espectros

silencios casi eterno
de saberme hecho solo para el exilio
dentro de un mismo lugar
esquivarlo
solo por serlo así
tan olvidado de las cosas
a segundos de olvido
a pérdida de la vista

tan así

que la risa a veces
cuando descubro mi carne
rota por los rincones
y al hallar tus armaduras
engañando a las aves

el miedo
lo conocen igual.

viernes, 3 de febrero de 2012

Imperfecciones

I
Soy la montaña
que se duerme
y un pájaro me roba una roca,

entonces,
parece que la cumbre es innecesaria
ya perdida la porción del paisaje
de tu sueño, tu vigilia,
tus momentos diáfanos;

tu pelo pesa,
la lluvia dice palabras extrañas
pero no te toca.

Soy la montaña de ojos
pero tanto sol quizás
no deja ver tanto;

tus manos toman la tierra
que se escapa, se suelta sola,
a tapar el vacío,
que la montaña está llena de viento

y puede






alejarte.

II
Soy el silencio de tu boca
tu puerta cerrada
tus sábanas en el suelo

tu NO
vibrante,
tu no,
cierto hasta cerrar los ojos
y olvidar tanto que las cosas existen
que corrés con todo lo que te queda
por un no,

y las cosas caen
de tu prisa
de tu boca callada
inalcanzable al beso
inaudible al oído

tu boca
que decide la hora.