miércoles, 7 de julio de 2010

Improvisemos otra nota...

Los celestes superfluos del mar almidonado, pasando por los huesos de la orilla, los barcos desmenuzados por las furias marinas que nunca nos alcanzarán ya que pertenecen a otras dinastías de sucesos.
¿Qué nos tocará en suerte a nosotros, dueños de estos pequeños sinsabores o sabores pequeños sabores sinsabores de tocar apenas lo que nuestro olfato no alcanza?
¿Y qué de nuestra sordera?
Nuestros cables mezclados en una salsa que oh cuidado pueden salpicarnos de cortocircuitos pero que digo que me preocupo si es lo que nos pasa. Somos los dueños de los cortocircuitos, los dueños o acaso los hijos. Pero están tan silenciados que no saltamos al vacío a gritar. ¿Qué pasará aquél día que decidamos gritar?
Gritemos, gente.
Gritemos y llamemos al service de estos sueños en pantuflas...

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