viernes, 13 de diciembre de 2013

El afuera

"...Lo que dicen no merece ser contado
ese paisaje que no es paisaje
porque hay arquitectos de ideas,
hay fríos cincelados de pieles quemadas.

Lo que no se cuenta,
porque no se conoce el fruto
el corazón de la semilla
que dicen que no está..."

domingo, 19 de mayo de 2013

Veda

I
Una mano.

Vibración.
Oscilación.

Espirales de polvo estelar
a punto de
otro universo
por un extremo
y un sonido
hueco en en el costado.

Los ojos vendados por el día,
los ojos lastimados por la noche.

La hojarasca del patio de aquella vez.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Vaga

Pensarte no es. Idearte. No.

Veo una imagen, cristalina, que pronto no.
Son los fantasmas de tan tarde, 
ya es de noche.

Soy una selva muerta a esta hora. Me enfrento a tu existencia al final de estas manos.
Pero no hay.

Vaga,
diluida,
espectral

todas esas cosas por las que no puedo tocarte,

todas esas cosas
y no hago nada con esto
y la noche se va

(otrodíaotranoche)

se va
en cosas no dichas
que no volverán

sino hasta muy tarde,
muy muy tarde.

Prendo un pucho
mando todo a la mierda,
un rato, 
por un rato más.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Alada

Podés ser
un poco
estas palabras,
por un momento

(pequeño),
como el paso que te lleva;
despacio,
como tu boca que besa la tarde
con los ojos aún cerrados.

Podés
ser mis palabras, como siempre,
podés sentirte alada, si querés;
que seas ave, entonces,
siempre
fuiste un ave.

Y este es el viejo puente
de diez años.
Esta es la escalera
de tus solsticios
y tus exilios.

Un viejo arroyo
para barcos de papel.


domingo, 28 de abril de 2013

Una paloma

Ella deja la mano en el vidrio,
otra vez,
como todos los días;

el calor del sol rojo
sobre las hojas,
ahí detrás,
escondiéndose,
haciéndose pequeño
una piedra
en un bosque sin fin,
una piedra en la mano
el día acaba

mamá,

volver a casa.

Ella saca la mano del vidrio.
Volverá mañana.

No sé su nombre.
Solo sé que no puede salir,
quien sabe porqué,
de verdad porqué.

jueves, 28 de marzo de 2013

Cadenas

Las cadenas
las hizo el hombre
una mala mañana.

Llovía;
un incendio moría,
deshecho.

Y un hombre se sintió fuerte.
Nada más.


jueves, 21 de marzo de 2013

Orden

I
No creo en las palabras
y la poesía se rompe,
se deshace y esto es la nada
o el intento de apresar la nada
con palabras al azar
que al fin
no nos servirán
para nada,
para absolutamente nada,

frente a nuestro cajón
no sabemos de nuestra muerte
y ahí, parado
mirándonos con todos a la vez
y no decir palabra
saber que nunca existieron, quizás

eso,
simplemente,
en este absurdo
lleno de palabras mágicas
y sin sentido.

II
En una torre olvidada por el tiempo
uno de los monjes eternos escribe en una pared
todas las cosas de este mundo
y todas las combinaciones posibles

desde la hora de sol
al murmullo de una boca

escribe
y traza dinastías de errores
que renacen con un alba
o un crepúsculo.

Una diosa perdida en el tiempo
lo oye leer cada noche
y vuelve a perderse en su bosque.

Equis

Un árbol se yergue
entre los cerros
y sus nervios
se sostienen de la tierra
y todos sus dolores,

en el centro,
el exacto centro
donde todas las rocas,
todos los ríos
y todos
peregrinan
en silencio
oyendo un ulular
del fruto,
del alma
contenida en el centro exacto
de todo
repitiéndose
a cada paso.

Aérea

Donde el alba no puede tocarte
en esta barca
en esta orilla opuesta,

este cielo al revés,
este oleaje sin sonido,
solo el viento
y sus palabras secretas
en tus oídos,
apenas;

en tus pasos hay líneas
en donde las formas se desarman
y se rearman,
en tu otro lado;

el alba te busca lejos
donde tu huella aún cálida
esperaba la luna de abril
cuando niña,
cuando las manos de viento
de árbol
por primera vez.

Tu forma subida al árbol de la isla última
en el borde del día hacia atrás
perdiendo las horas
para siempre,

y ya nunca más.

viernes, 8 de marzo de 2013

Ecos

I
Aquel color,
no recuerdo bien,
pero no lo había visto nunca, quizás,
cuántos habrá que se repiten tan poco, digo,
no sé a qué hora te miré que
era buen día, era, y esto qué,
no lo había visto
o sí
pero ese color
y ese chau en los labios
que no se habían cansado aún
que todavía
las largas voces de la noche
de los brujos del otro cuerpo...

Dagas

Filos oscuros
de la noche, larga noche
de brazos de árbol
en la negra brisa
de la eterna noche, siempre noche
que nos vence
en la ventana
(cuando la calle la cruzan faros sin sentido)
en la silla
en la hora
de aún estamos acá

en la ciudad de la nada
en el cemento tibio del otoño,
único consuelo,
de la muerte de las tardes
y los años

y las manos
que no saben dibujar.

lunes, 4 de marzo de 2013

Barcas

I
La boca rota de una noche de silencios de más,
el labio cortado por los filos del alba
mientras se huye con las palabras no dichas
a algún sitio donde el sol no dé,
y hallar la paz del olvido,
los olvidos y el sol en el muro
para todo un verano
que nos quedó en la boca

cicatriz invisible del silencio.

II
Si de golpe tu mente olvidara todo
en medio de la noche, en una selva lejana
¿Qué es lo que tu cuerpo diría a tu alma?

...las cosas del mundo terminan mucho después
de las líneas de las fronteras...

domingo, 17 de febrero de 2013

Las Noches Claras

I
Si se me permite algo simple
quiero verte reír
porque no sé, por el misterio,
por ese extraño color en mis sentidos,
o por una imagen al cerrar los ojos.

Y no tengo en claro las extrañas leyes
de tu cuerpo, en otra orilla,
con tanto viento que cambia tu forma.

No puedo tomarlo
ni con las manos ni con las palabras
(quizás alguna música),

pero la sonrisa clara
despierta siempre
con la primera claridad de tu día,
al final de estas palabras
poco antes del sueño.

II

Una habitación
sin paredes,
sin techo,
solo ventanas
y los faroles de la noche
para el humo de nuestros cigarros
cuando la luna avance sobre el río,
sobre los muelles abandonados.

Los días huyeron ya
y bebemos un trago
para celebrar el triunfo de la noche
que nos besa antes del alba,
cuando ebrios dormimos
sobre la derrota del otro.

III

Tu hora nunca está
en ningún reloj de ninguna playa;
tu tiempo
oscila con las desavenencias del no de los pájaros
cuando deciden negar el día a los hombres.

Tu no profundo
añora el sí de los días viejos,
con los dedos de la mano
armando los castillos que algún día
y las sombras gigantes de las cosas
decidiendo las formas de los malos sueños.

Y ahora
en el contraluz de la calle,
el surco de tu pelo en el aire
y mucho después
la sombra
con restos de tiempo,
rotos,
junto a una canción sin terminar.

lunes, 11 de febrero de 2013

Escaleras

I
Escaleras entre nuestras voces

y desniveles y gravedades circulares
que nos hacen errar.

Coordenadas desconocidas,
leyes rotas de las cosas que sabíamos

y de golpe

la inversa todo otra vez

recomenzando los escalones
con las voces débiles de la mañana
de toda una noche ida.

II
La distancia es este viaje de las voces
que se buscan en el eco,
que cada día, cada noche,
viajan pájaros transparentes
con las cenizas del viento blanco.

La distancia muerde los sentidos
y mata los átomos que en las manos
podían tanto ayer
y tan poco esta mañana
con una montaña nueva
al final de la ciudad.

Los puentes pintados de amarillo,
como último llamado
cuando las aves mueren detrás,
en las horas grises.

La distancia
es todo lo que no puedo contarte,
que ya lo olvidé
o ya se perdió.

Amarillo fulgor.
Y la nada.

III

martes, 5 de febrero de 2013

Suyay

Una ola
allá donde las habían olvidado.

Una ola mujer,
un pájaro de agua,
se sienta en la orilla
y espera.

Entona una melodía
con la voz apenas
y espera.

Y la pierdo,
mi tiempo se deshace con su sonido
y la arena,
con la sal adormilada sobre los ojos.

Se esfuma,
se disipa,
se vuelve ave,
lejana,
irreal,
se vuelve nube,
viento,
ola,
y sus pies vuelven a pisar su propia huella
en la melodía,
otra vez.

Nadie sabe qué espera
pero sí que nuestro tiempo
no puede tocarla.

Y su playa siempre es blanca.

Ventanas

¿De quién huye quien huye
enmarañándose a los sacos y vestidos fugaces
que la lluvia alarga sin sentido?

Las luces nubladas cuando una anciana vende flores
se desarman al sonido de cada palabra fantasmal
de cada boca de esos dos
que se conocen este día
y ya no se conocen más.
Él es solo un él
de tantos que día a día,
tantos,
que ya no hay números.

Y alguien siempre huye,
alguien va apurado hacia donde no llegará jamás,
intentando deshacer la lluvia a su paso,
intentando desaparecer el camino y ser llegada,
siempre llegada y no perdimos tiempo,
pero el tiempo como siempre no existe
y así las cosas
el secreto pocos lo saben,
no está en ninguna palabra.

Huir por una calle sin lado opuesto.
Huir.
O tener miedo
y mirar por una ventana.

lunes, 4 de febrero de 2013

Wachuma

I

Irse a los lugares con restos de olvido,
irse a los innecesarios parajes donde el cuerpo duele,
en la distancia y la soledad de los fuertes,
allá
donde poder colgar el alma de una rama
y tirarse al río
y no ser.

II
Las aguas y el sol en heridas de lanzas
por el agua que huye, que corre llena de exilio,

el sol en cada herida de luz,

y el hombre que se sube a una roca
a ser río
en medio del cauce.

III
Algunos hombres han bebido de todas las plantas alguna vez.

Esta es una bebida olvidada
y vas a quedar  en silencio después de beberla.

Tu cuerpo puede doler.
Todos los esquemas duelen.

IV
Luego del gran silencio
la montaña respira
y es una mujer anciana
a la que la vida duele
y los embates del clima
en los huesos
de todos los dolores.