miércoles, 7 de julio de 2010

Manifiesto hallado en el freezer

Me obstiné una vez
y embestí contra todos los vidrios
que repetían apenas tres débiles voces
voces raspadas por el aire
siete veces por siete
que se enraizaban en la espina
y subían a mi mente
justo cuando dejaba de ver los colores en la calle
y entonces me busqué una mejor tv
y decía de las voces
que no sé si voces o aullido o qué
pero me desgarraba la mente
y todos tenían un trozo de ellas
en la muñeca
ceñida con el número de la bestia, creí ver
pero no, pues los aullidos desarmaron toda inscripción
y no se dan cuenta
de que escribo porque
ya no me escucho cuando hablo...

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