martes, 13 de julio de 2010

No nombre

Se apilaron en el borde
las cosas sin nombre
reclamando la voz que los adormeciera
tras su cavilar indecisión duda miedo locura
de correr
es que gritan
reclaman la estadía en el lujo inaudito
que las otras cosas se dieron con las cadenas brillantes.

Se amontonaron las cosas sin nombre
a aplastarse entre sí
buscando la ida
a la tierra de las lujurias de todos los días
repetidas en el viento es que les llegan
con el tumulto de voces firmes sobre las montañas
cayendo
y bajando el mar
y subiendo otra vez.

Las cosas sin nombre querían su nombre
y quisieron dejar su libertad
para los soñadores que aún sueñan
que no existe el terror
del no nombre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario