martes, 30 de agosto de 2011

Un desierto más

No hay más tiempo
que aquel en que el desierto
fue armado;
fue el límite
de la experiencia
y las alineaciones
de todos los átomos
y la vibración

que de a poco voy armando en el pecho
para serme vasto, vastísimo
y nunca te canses de recorrerme.

Si estás ahí,
casi terminé.

Shine

Hay ondulaciones en tu luz
que se sacuden como pájaros extraños,
pájaros blancos,

y trato de dilucidar
y estar lúcido de tu movimiento

ondulando

y a lo lejos
puedo aproximar
lo divino insensato
vedado a los incrédulos.

Shine.

lunes, 29 de agosto de 2011

Mujer

Realmente
va tan lejos tu cuerpo
a millares de pasos
para los días...

...es el místico desierto circular
para el fin de mis días.

Te canto

Creando la ruptura de la puerta
y sonar en el mundo sin puertas
siempre allá adelante
cuando sea acá
y entonces...

Empiezo el momento
en que abro las alas un rato
para mostrarte un poco
de lo que urdí en mi santuario
(aquel que tiene el nombre que quieras)
allá solo con el universo

(creí)

Ahora te dejo entender lo que quieras.

Spinetta

Sonaste tanto esa noche
en que descubriste que alguien
entre todos los ríos
te había escuchado
y justo
el que vos quería que te escuche
y ese uno que soñaste
fueron muchos más

y dejaste la huella
y la puerta abierta
a seguir soñando
y despertando
y no saber bien en fin.

Las cosas tienen gravedad (y el tiempo es lento)

Imagino salir del ensayo
viendo la revolución el el cielo
y reírme y ser parte
con mi cigarro encendido,

de la placidez de la canción
entre las tantas canciones.

Imagino gritando la victoria
lo imagino tantas veces

con la señal en la frente
reír al que pasa
el espejo de nuestras noches
y nuestros delirios

porque era tanta la risa
la más clara risa
y simplemente
dulce y cálida
risa.

martes, 16 de agosto de 2011

Días de cosas

I
Me enredo siempre,
a cada rato,
simple gusto que tengo
por que todo me muerda;
así las ciudades
se anuden mi proa celeste
que empieza en la mirada
y termina en la nuca.

II
El día desarreglado
por las paredes

y preguntan lo feo
sin admitir el desliz
que una luz mal puesta
pueda soltar los pájaros
en los lugares ayer equivocados.

sábado, 13 de agosto de 2011

Perdedor hermoso

I
A sabiendas del violeta
incierto, fulgurando
a destajo de los armarios inconclusos;
a sabiendas del recorte
diamantino de la imagen
puedo verte bailar
diluyendo
la noche
a mis ausencias
y mis glorias ajenas.

Soy estatua hoy,
repitiendo un pasado
de grandes músicas
y silenciosos varios hoy
de sibilino encanto
el perdedor hermoso
que se duerme en tu puerta.

II
La residencia en tu ventana imaginada
y los pájaros del día más claro

tan sueltas las manos
y el viento despeinando las ideas.

Soñé las incongruencias de tus días
solo comprensibles
a la luz de mi vejez
tan tardía
que secreta
y la luz de la vela
que dejé hasta el límite
intentando que no

que ya no se detenga.

III
La lírica bucólica se desprende
de mi mar
de otoños inconexos
de amarillos dispersos
en rejuntes galácticos
de simples posibilidades

por una puerta
que toqué
y el tiempo no quiso
dejarme ver el rostro
del saludo
o del no estoy.

Llamo a la respuesta

I
Puedo decir que lo veo,
ahí, naranja e inquieto,
sonándose el cansancio
por el tiempo gélido y apresurado
en que le llevo al final,
la respuesta
tan obvia
que mis huesos no la hallaron.

Sentado con el futuro,
de lado,
adivinanzas predichas
y contestadas en el aún antes,
adivinanzas
mi corte de sueños
en la lluvia invisible
del naranja
del futuro
y los cantos.

II
Esa alquimia ciega
rociada con tantos perlados días
de inquietudes
en hilos secretos
que nunca se terminan.

Esos días, esas perlas,
tan ciegas de su mentira
tan claro yo en la verdad opuesta,
jugando los dos
con que el cielo nunca se iría
sin avisarme.

III
La madurez es el miedo total,
cuando aceptás que sos un muerto
que solo busca y busca en los cofres
las dinastías perdidas de las hojas.
cuando el frío resbala por tu paso,
cuando el túnel se dispara de golpe
tan seco y lejano el segundo
y ya el otro lado

y en el pasado
quedaron las cintas atadas al árbol
con las cifras
de nuestras memorias.

IV
La memoria se detuvo acá
y pide nuestra alma
por tan mísera porción de ventana
aquel enmarañado día de todo tan gigante
y ahora sabemos
que los viajes terminan
muy cerca del bolsillo.

V
El duro beso de la calle
(obnubilado ayer, el golpe,
me rearma el desarme)
la dura mejilla de mis huesos
que hoy existen
y descubro el peso de la materia
por vez primera.

Mis manos se quedan acá
ya no puedo olvidarlas
y perderlas,
las manos
y los pies
se pierden en las divisiones
de la distancia
y somos cada vez más pequeños.

VI
En la estación
el vagabundo nacido
por la dejadez de las ropas.
y el silbido del aire.

Y los trenes
y el azar.

En la estación
el pan de ayer
los viejos diarios
y las historias.

Y los trenes
y el azar.

martes, 2 de agosto de 2011

Floral

I
Cuidado de las aves
y el canto
ingenuo de los días
a solear las franjas
de seres dormidos aún
por el despertar tan claro
sepultado bajo toda la sombra...

II

Hojarasca
sonando toda la senda
abriendo la puerta a los perfumes
y el instante despertado
entre los dos mundos de manos
unidos en la melodía
de la hojarasca
del amarillo otoño.

III

El polen nacido,
la hierba estirada
a besar el viento,
la lluvia ansiosa
de compartir la tarde
y abrazar el polen
tan nacido
y cálido y enmarañado
de la pura flor
apurando la existencia.

IV
La primavera imaginada por el invierno
cuando tenés tu techo
y los multicolores aires tocándote
pleno de pájaros inquietos,
la primavera invocada de labios
y florales arreglos de las caminatas
por este invierno
intentando desarmarse
de blanco a todo
lo que en el puede yacer.