miércoles, 7 de julio de 2010

Interludio

Déjame mi yerma tierra
en el inicio de los vientos
para despeinarme así
que son los días
de santificar los silencios
y las músicas nacidas de la marea
y la sal que habitan mi memoria.

Solo un triste ropaje
de simples telas sin principio
ni fin
para enredar la caminata
a los vientos primeros
en la cámara infinita de los azules
y los grises
que alternan gobiernos
sobre mis labios secos.

Solo mi yerma tierra,
mis vientos
y mi yo
que alcanza a todos
en algún lugar
perdido
de la memoria.

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