Herido de puentes
caído de amaneceres
de lanzas esculpidas
en todos los ayeres no nuestros
Puesto que este sabor
viene del tiempo
de nuestros quehaceres celestes
y las diligencias de diamantes
de aquello no nosotros
Es así con
las caídas
de todo
lo que rueda
a nuestra pequeña casa
llena de lluvia
y llena de sol
a la vez
que se entrechocan
de así
que destrozamos el techo...
miércoles, 7 de julio de 2010
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