Repetición del sol en los árboles;
reformulación de la forma
atravesada de cien soles antes
y cien soles después para
trescientos soles ahora
por cada escape en que corramos
sin gravedad para nuestro pesar de ataduras
de viejos barriletes sueltos ya;
y escalemos porciones de aire, suerte de nubes
que no se soñaron aún.
y así carrera de soles diluyéndose a nuestro lado
y así soles entre las carreras que se diluyen en su asiento
y así nosotros atravesando quizás el mismo lugar
que él pinta
para nuestra frágil simpatía.
martes, 13 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario