sábado, 29 de enero de 2011

Voz

Tu voz trémula
en el extremo eléctrico,
en el extremo del plástico,
en el extremo de las bocas sujetadas a dos faros en inexistentes mares.

Tu voz que temblaba de miel
en el extremo del latido
en el extremo de un palacio
que de a poco, fue alzado de agua y sol;.
esa conjunción es una lluvia
repitiendo tu miel en el sol sobre el agua
y el amarillo en sus miles de formas
y tu voz
en mis miles de bocas
diciendo algo
que quizás te pueda alcanzar.

Tu voz
quiero oírla inquieta,
lejos de las nubes eléctricas.

Quiero oírla
así...
como esa poca vez.

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