sábado, 22 de enero de 2011

Un poco de No

No noche, no día,
no pesar sobre el barro.

Ir
quién sabe donde
que nadie sabe explicar un lugar
si no es por un esbozo de nubes inciertas.

No día, no noche,
no trepar por no trepar,
no alcanzar
por el desorden,
por el reorden
en que se pierden los anillos iluminados.

No tienen día ni noche;
cuando se miran,
cuando no se miran,
porque pasan todo lo terrestre
lejos del roce,
próximos al fuego
que despedaza cada invierno
triturando las posibles tazas
llenas de nombres.

No noche, no día,
no sol, no luna;
no sur, no oeste,
si todo lo diamantino
se alzara por la boca del cielo
si se alzara...
no hombre, no mujer

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