invirtieron su color;
será por este lado del mundo,
el anverso de los atardeceres;
será por un mar entre los tantos
que desarregla el vértice de la luz.
Los cuervos en el campo de trigo
se invirtieron y anudaron la voz
al secreto poema de los pocos,
los silenciosos que saben el porqué
de la inclinación de todos los brillos.
Sé que estás del otro lado,
a un océano de aire,
en el silencio
que un millón de cosas
y que yo las tomo a todas
en mi pecho y entono
el secreto himno
que tuvimos una vez.
Los cuervos invirtieron su color
y te estoy encontrando en el porqué.
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