martes, 28 de junio de 2011

Brillos del invierno

Los brillos
que se prenden a la piel
cualquier invierno
pueden ser erróneos
con solo mirar las ropas
y encontrar la sonrisa
despegada del color
y la sintonía perdida
entre el cielo
y la mirada.

Los brillos son ciegos de su ser,
los brillos son sordos de su música
y no pueden nada decir
solo arder con cierta magnitud del perfume
hacia las puertas todas,
ahora mágicas,
de universos posibles
que no repiten pasos
y que siempre avanzan,
atravesadas de las voces
que ya no simulan vida,
que más allá de las estaciones
pueden revertir los sentidos
y revertir otra vez,
jugando todos los seres
en un libro infinito
que nunca se cierra ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario