los hilos de dos voces
alterando el cableado humano
que cuelga de todo techo,
recruzan los no silencios
de estallos
y caídas operísticas,
la mar de violencia
el quiebre inoportuno de la lluvia,
no nos somos los mismos
nos engañamos de dulces
y no tan así
que los soles son los más
y la claridad vidente
puede secar los labios,
puede quemar las flores.
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