El a través desenumeró los días
se hizo amarillo el lugar
y los pájaros azules desatendieron el vuelo
por esta vez;
Una cascada, diez cascadas
cayeron en la ciudad
antediluvianas y celestes
venidas de un otoño marchito;
Se cristalizaron las voces
se adormecieron los fuegos
se entumecieron las manos
y no hubo brazos para los árboles;
Y el ruido se hizo palabras
y el ruido se hizo sentidos evanescentes
para este mirar por la ventana
esperando que de golpe el rayo.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
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