La imaginación se salió de la piel
se excedió en los oídos de las hojas
arremetió la carrera
a la fantasía dispuesta en todos los libros de historia
y se fingió
en cada batalla en cada paz
de imaginerías de un lejano yo del otro,
el imaginado velo que el viento mece.
Se salió lejos
y anduvo aguas y anduvo peces
y anduvo aves y anduvo tierras
intentando apresar
todo eso que nunca llegaría a mi interior
sino solo a ese velo
de cincuenta otoños
que el viento aún mece.
miércoles, 15 de septiembre de 2010
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