Ando cargando mi hacha
por las plantaciones donde aprendí
las lecturas de los astros
ando cargando
la sangre de mis manos
en el filo final
del zumbido del aire
la sangre
de las manos que arañaron la tierra
arañaron los huecos
de la caverna donde asesiné a platón
para comenzar el viaje
donde sesgaría cada hálito fértil
en las palabras aprendidas
Primero esta plantación
después quizás
sea cada recuerdo
porque cada cosa
se sostenía de un hilo
cual barrilete
que ahora mismo
empiezo a liberar...
martes, 15 de junio de 2010
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