Y la lluvia desvarío
entre soles nocturnos
y danzas incompletas
de pasos errados
pero es que
se nos fueron las agujas
y de tan idas
se enredaron
al perder
tus ojos en la partida
con las últimas gotas ya.
Y los pasos
olvidan el baile
y pisan cada piedra
sin ninguna errar
para que el domingo
se cierna con su carga
de carros olvidados.
martes, 15 de junio de 2010
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