viernes, 11 de febrero de 2011

Más allá de las estaciones

Te conté solo un poco
y ya armaste las alas que de tanto querer que salías
que tanto que mundo y decirme que ya
y la paciencia dulzorada
que no es mía, la paciencia y la inquietud
de tu azúcar, de tu saber así las cosas
tu vuelo despierto por cada mañana
y la mano extendida

¡Pero fui yo el que te dijo!
Pero fuiste vos la que armó el cielo
de los recortes que juntaste ese verano,
ese otoño invierno
ese todo año
en que ¡Diamante!
Diamante a partir de tu boca
y las esencias que se escurrían
por las palabras que tardé tanto, tanto
que ya habías armado la historia,
los mundos inabarcables
para tu caminar tan así, tan leve
que todos los días una pluma
que todos los días una cercanía
con el azul, tan prístino y elegíaco
que tanto tanto...

Ya no puedo desarmar mi mente
de esta idea de tus incontables formas
redondeando mi débil cuerpo
ante las sonoras incandescencias de tu ímpetu
y tus sueños
y tus amores.

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