martes, 8 de febrero de 2011

De elementos y de perdones

Indulgente el agua
indulgente el fuego

tenía los nombres clavados en la roca
donde el cántaro una vez rompió las molduras
donde el agua perdonó la savia

indulgente la tierra
indulgente el aire

amarró las últimas gotas
y las vertió en su velero
para ese aire indomable
que siempre le niega esa porción que aún
¡Que aún no!

Los elementos cerraron los hogares
para la lenta marcha de las estaciones
y encenderlo
y molerlo
como un ademán de sonidos ineluctables.

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