Somos el viento,
cada uno su color y ansia,
cada uno diametralmente sonoro
en las disparidades de las melodías
hasta que llega ese pájaro
del tardío misterio
de estar hasta tarde leyendo los viejos libros
y la luz ya cansada nos abandona
y ya llegó el día, entonces
este cuerpo
y ese otro cuerpo
se siguen preguntando
otra noche más
pero soltamos el viento
y preguntamos a todos
si saben algo
y la noche
y el día
en ese orden.
domingo, 15 de enero de 2012
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