jueves, 19 de abril de 2012

Oriflamas de la mañana

El alba retorcido, seco
cuelga de un árbol lejano
mientras las floreadas llamas del campo
marcan el paso de la mañana furiosa,
atropellada de la suave virulencia
en cada recorte exacto
llevándose áureas líneas del alba.

La orgullosa brillantez de sí misma
en cada color el fuego
del amarillo el fuego
del verde el fuego
del blanco el fuego

de todo
la inquietud interminable
de llevarse todo hasta que del sol
ya no se pueda esconder.

Escapando en las sombras,
atravesándolas
era la reina
poruninstanteundíauna mañana.

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