domingo, 6 de marzo de 2011

Viaje hacia abajo en los círculos

Posé mis oídos en el agua
ví los círculos a través de los peces
y pude husmear los bemoles profundos
que me cobijaron con las redondeces del agua,
con los sinfines de oxígeno.

Puedo nadar como camino,
puedo saltar como nadaba
se me torcieron las muñecas
al intentar agarrar dos dioses
que se escapaban de mi medio yo

¿Quieren venir, queridos?

Dioses que huyen del reino
del agua al reino, de los reinos
a los dioses los reinos
y los peces, húmedos en la humedad,
solo asistían al relleno de las palabras
que intentaron pero ya el fuego no
que intentaron
como esta vez
en que ya voy perdiendo lo que me queda de agua,
lo que me queda de dependencia en el frenesí necesario
necesario
porque el fuego
es mentira que no existe en el agua.

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