domingo, 6 de marzo de 2011

Quietud de la quietud

La misma quietud de la media quietud
los unísonos que se desperezan metálicos
con el tintineo, con los brazos rotos y
los silencios que siguen a los silencios,
redoblando las campanas rotas
de las que no quedan sino la forma
en un diagrama aéreo
de las viejas formas, de los suspiros del no querer
no querer soltar las sábanas.

Quietud de la quietud
que si el océano fuera liso
que si caminara las hojas que caen
en la lenta escalera a los otoños
que los demás pierden

quietud que me sin nombra,
quietud que me sabe solo
yendo con las cintas del desvelo
a tapar los círculos que arman los sonidos.

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