Y ella se paró frente al sol
a recuperar el canto de hoy
de los después cuarenta años
Se acostó en dirección al sol
se sentó y midió la distancia
en la penumbra de un cigarrillo
Se paró frente al sol
y se confundió con la cama
que no podía imaginar sino
solo el sol cayendo árboles y hojas
Y las manos para pájaros
en el instante del sol y los árboles
de la inimaginable cama aún
y de los niños dibujados corriendo en el árbol
imaginados sí lejos del cigarrillo
que en ese momento se iba perdiendo
y por mi ahora desde entonces
al tomarme en su pecho
soltó lo que del sol quedaba...
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