domingo, 29 de agosto de 2010

Catedrales de aire

Catedrales de aire
sobre las cabezas de los todos
en donde
una dulce anciana relata pastos y soles
y hombres sabios y mujeres dulces
como en una inocencia primera
bajo un árbol de verano

Acaso pudo parecer el único árbol del mundo
bajo el cual sentarse.

Catedrales en el aire
donde los niños entonan alegres melodías
y llenan de colores el lugar indeciso
que se confunde entre el cielo y la roca.

Acaso las únicas voces posibles
en la primavera del mundo.

Catedrales de aire
de las que mi abuela me contó
de cuando nadie miraba el suelo.

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