martes, 26 de abril de 2011

Cuando sonreiste

No quiero usar la escalera
para abandonar esta isla,
justo que tan cerca de la nube.

Ir a ciegas con el presentimiento
de lo poco
de lo magia...

Y la añoranza de la infancia juntos
si la hubiéramos tenido.

Ir a ciegas
cuando apenas estoy por la pared
y ni techo,
y hace frío
y ni una frazada para tu invierno
que ya pierde lo dulce
ante la espera
de lo que yo pueda construir
con mis manos transparentes.

No quiero arrancar del mundo
la más sonora risa
solo por quedarla en mi círculo de agua
y mis peces que son pocos,
muy pequeños, que apenas empiezan a reír.

Tendré que construir la escalera
para que el mundo suene otra vez
con tu forma
y mi isla se vaya en una hoja de papel
a otro planeta más,
a un viento soleado,
con tu beso en las alas.

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