y bailé sobre el,
en la melodía desconcertada por mis pies
que la arrastraban a túneles inconexos
donde me sepultaba de gloria
y purificaciones y enigmas
y destinos incorrectos
porque solo es uno
aunque pueda imaginar mis otras vidas
que nunca tuve
y no sé si...
Bailé sobre el piano
y empezaron las llamas
y el lobo aulló a lo lejos
indicando el camino al desierto
donde debería vagar
con estos pies tan cansados.
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