Podés ser
un poco
estas palabras,
por un momento
(pequeño),
como el paso que te lleva;
despacio,
como tu boca que besa la tarde
con los ojos aún cerrados.
Podés
ser mis palabras, como siempre,
podés sentirte alada, si querés;
que seas ave, entonces,
siempre
fuiste un ave.
Y este es el viejo puente
de diez años.
Esta es la escalera
de tus solsticios
y tus exilios.
Un viejo arroyo
para barcos de papel.
miércoles, 1 de mayo de 2013
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