martes, 12 de octubre de 2010

Prefacio incorrecto


Precedió

en una larga noche, de interminables costados
precedió la voz hacia los pájaros
en el sonoro ahogo de la garganta
en la ceniza constante
que del fuego era expulsada.

La noche de todos los costados
abrió un hueco en el cielo
así como en la arena
y no se pudo establecer ningún nombre
para la estrella naciente
escapando de la procesión
del entierro
en un mundo tan de pies
y de pocas alas.

Todos los ancianos
se tumultuaron en uno
dejando caer la arena
y la adivinación celeste
en el azul más negro
sobre la cabeza de su aprendiz
seco de la sed de las montañas.

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